martes, 3 de mayo de 2011

"Hay algo que da esplendor a cuanto existe, y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina."
Gilbert Keith Chesterton

No ha sido precisamente a la vuelta de la esquina, sino más cerca, donde he descubierto este "nuevo" ingrediente. Nuevo entre comillas, porque ya le conocía, pero con otro nombre y con un uso limitado a servirlo en una que otra ensalada. Pues mi reencuentro con el repollo morado, o lombarda como suelen llamarle aquí en España se produjo gracias a un compañero de trabajo que como primer plato suele llevar un tupper de lombarda con patatas. 

Más por querer saciar mi curiosidad que mi apetito probé un poco de aquel puré morado tan extraño y me encantó, así que decidí experimentar un poco por mi lado a ver qué podía inventar para mi propio tupper. Pues bien, el resultado, más que un puré resultó en una deliciosa crema.

El experimento fue sencillo: hay que cocinar la lombarda al vapor. Mientras, hervir las patatas con suficiente sal y escurrirlas cuando estén listas. Con un poquito de aceite de oliva saltear ajo cortado en lascas y agregar las patatas, lombarda y un poco de vino blanco. En este punto si lo que deseas es sólo el puré (tradicional en Madrid) simplemente majar con un tenedor toda la mezcla. Para continuar y hacer la crema, agregar crema de leche y licuar todos los ingredientes. 

No he puesto cantidades, porque a veces me gusta más salirme de las reglas y prefiero que cada quien cocine las cosas a su gusto.





Como segundo, esta vez se me ocurrió preparar unas sencillas pechugas Cordon Bleu, bañadas con una salsa de fresa. Simplemente he tomado dos filetes, sazonados con sal y pimienta, les he rellenado con quedo Edam y jamón York. He dorado las pechigas en aceite de oliva bien caliente y para que se cocinen bien, las he pochado en un poco de vino blanco. Cuando han secado, las he retirado de la sartén, he agregado un poco (sólo un poco) de mantequilla y mermelada de fresa. Cuando h tomado una textura suave, la he servido sobre las pechugas. 


Así he terminé un día con dos platos muy ricos, fáciles y económicos para mi tupper.